“Graba una escena mágica en la que una niña de cinco años, de piel blanca, ojos oscuros y pelo castaño recogido en un pequeño moño, danza con gracia en un escenario iluminado por luces suaves y etéreas. Viste un vestido de ballet de tul azul claro con destellos brillantes, que se transforma en tonos rosados y blancos mientras se mueve. La cámara captura su delicadeza y destreza mientras gira sobre sí misma con una sonrisa llena de alegría, rodeada de polvo de colores (rosa, azul y naranja) que explota a su alrededor con cada movimiento, creando un efecto mágico y vibrante. El fondo está lleno de luces desenfocadas que añaden un toque de ensueño, y el suelo refleja los colores del polvo, dando un efecto de brillo. La música de fondo es una pieza clásica suave con un crescendo que acompaña sus giros, resaltando la magia y la emoción de su danza. El vídeo debe transmitir la inocencia, la pasión y la maravilla de esta pequeña bailarina mientras se sumerge en su mundo de fantasía.”